Servicio Militar IV

Segundo Periodo y Final

Esta vez el 4 de enero nos toco acuartelarnos.... todo el mundo con la caña viva, viviendo en todo su apogeo el fin de semana de fiestas de año nuevo y nosotros dia domingo... al cuartel, jojojojo no gozamos...

Esta vez nos fuimos de lleno a lo nuestro, llegando al regimiento nos enviaron de inmediato a buscar nuestros cargos los cuales esta vez venian acompañados de un paño de carpa, el cual nos indicaba que se venia la tan temida campaña.
Estuvimos una semana solamente en el regimiento, la cual nos sirvio para definir quienes conformarian los trios de compañeros que compartirian carpa en la campaña, ademas de sortear cual seria el primer grupo en dormir a la intemperie, ya que, el refugio solo tenia capacidad para 120 soldados (nosotros eramos 210). En la definicion, que fue al cara y sello, salio vencedor mi equipo por lo cual elegimos ser los primeros en dormir a la intemperie con nuestras carpas. Por ende el otro grupo se fue al refugio, pero como la cantidad de personas era menor a la capicidad se pidieron 15 personas mas para poder llenarlo, por lo que afuera solo quedamos 80, lo que hizo una formacion de 26 carpas conformadas de 3 personas cada una y una carpa con 2 personas, las cuales no podian armar la carpa, ya que, les faltaba un paño para cerrarla, asi que tuvieron que sacar una persona del refugio para poder dejar todo en orden.

El refugio (Juncal es su nombre) esta cercado en su cara oriente por cerros que sirven de muralla, por el lado norte y poniente por la carretera que va hacia Portillo y por Sur por el rio Blanco como primer obstaculo desde el refugio hacia el exterior para luego encontrarse con la carretera antes nombrada.

La disposicion de las carpas estaban en el patio principal del refugio con vista al oriente, a un costado de las casas rodantes de los oficiales, al otro lado un buen trecho de tierra que nos servia de patio de formaciones. Las carpas igual se nos hacian chicas para los 3 y nuestros bolsos roperos.

En la triada que me toco estaban John Cohen, un chico con aire de reposado, pero en el fondo muy loco, pero en buena. Venia de una experiencia unica en Israel, habia visita un Kibut en su paseo de curso y venia con las pilas cargadas de tanto ver guerrillas por esos lados, se creia Rambo por momentos, fue tanto que se hizo una marca en su brazo calentando un corbo y pasandolo por su biceps. El dia en que conoci a Cohen estaba pelado al cero, se habia cortado el pelo asi para que no se lo cortaran los milicos, no queria darles ese gusto. Pero la idea no fue muy buena, ya que paso el primer periodo seguidito en la enfermeria por que se le formaron ampollas con el sol en la cabeza, las cuales supuraban notablemente lo cual exigia curaciones diarias que lo hicieron sufrir todo ese verano. Pero bueno, en este segundo periodo habia aprendido la leccion, traia su pelo corto, pero ya no rapado como la primera vez.
Otro del trio era Arancibia, bajo, moreno, pelo tieso, macizo y algo osco. Apretado como el solo. Esperaba que Cohen y yo nos durmieramos para abrir su bolso y sacar cosas para comer. Un dia nos pusimos de acuerdo para hacerle la pillada y se hizo el desentendido, jajajajaj. Desde ahi que con Cohen compartiamos alimentos chatarra delante de el y no lo pescabamos, aunque a el se le hacia agua la boca, porque lo nuestro era lejos mucho mas tentador que lo que el traia de las bajadas que haciamos cada 20 dias.

Luego, pasando la tercera semana de enero la pista se puso complicada, desde el año anterior nos venian pasando materia, como en el colegio, para prepararnos teoricamente en un sin numero de conocimientos estrategicos militares y tomandonos pequeñas pruebas de lo aprendido. Muchos no habiamos caido que cada una de estas pruebas tenia una nota y que al final tendria incidencia en nosotros. Por lo cual un dia se nos comunico que tendriamos una gran prueba y que esta seria evaluada de tal manera que significaria un 60% de todo lo aprendido hasta ahora y solo los 20 mejores puntajes (sumado a los del año anterior) pasarian a formar el grupo de oficiales de reserva.

Nunca me habia esperado el quedar en este grupo, pero quede. Nos llevaron a un sector dentro del refugio donde estabamos junto a los demas camaradas, pero todos los aspirantes (aspirinas, como nos llamaban) estabamos en un solo sector. A nosotros nos toco en algunos momentos la parte mas dura de la instruccion. Nos levantaban a mitad de nuestro sueño para instrucciones nocturnas y otros ejercicios que no eran para nada agradables a esas horas. Luego fue peor, nos levantaban a todos, pero cada uno de los 20 tenia a cargo un grupo pequeño de soldados y con ellos teniamos que cumplir las misiones que nos daban.
Durante este trayecto, el kalinka (soldado de mayor rango, vestido de negro) tomaba a algun soldado descuidado y lo raptaba, dejandolo en el refugio para que a nuestro regreso dieramos a conocer nuestras bajas y nos lo entregaran. Fue asi como una noche, nos encontramos que al formarnos habia un soldado desnudo amarrado al capot del camion, otro desnudo pendiendo del mastil de la bandera y otro estacado de pies y manos en el suelo. Al momento de la formacion algunos no aguantaron la risa al ver a nuestro camarada amarrado al camion, lo cual llevo a los que se rieron, a darle un besito en el culo al soldado, jajjaja. tal y como se lo darian a su polola nos decia el Teniente, asi que usen su imaginacion. Menos mal que no me rei, jajajaja.
Despues de todo el periodo vinieron los resultados. los cuales dejaron a mas de alguno insatisfechos, ya que, solo obtuvieron 12 el grado de oficiales de reserva (Alferes) de los otros 8 solo 2 obtuvimos el grado de suboficial y los demas llegaron a Sargento 2°.
Al terminar, nos dio mucha pena el tener que dejar a los nuevos amigos que habiamos hecho, pero en el fondo estabamos contentos por volver a nuestros hogares. Por lo menos en lo personal, aprendi muchas cosas que hasta el dia de hoy me sirven, aunque no puedo negar que a menudo me hago el leso y las guardo en el bolsillo, jajajaja.
Bueno, no sigo mas con este tema por ahora. De vez en cuando, contare alguna anecdota de este periodo de mi vida que no fue tan amargo como muchos podrian creer.